Murcia y los robots humanoides: cuando el futuro te recibe en bata blanca

El otro día, en una clínica del centro de Murcia, me recibió alguien que no pestañeaba. No porque estuviera desganado, sino porque no tenía párpados. Un robot humanoide —traje impecable, voz suave, modales envidiables— saludaba a los pacientes con una cortesía que más de un recepcionista humano ya quisiera. Una mujer, mientras se ajustaba la mascarilla, murmuró entre risas: “Esto parece del futuro… pero funciona mejor que algunos humanos.” Touché.

Y no es un caso aislado. En Murcia, donde hasta hace poco la modernidad era tener aire acondicionado sin gotear sobre la acera, la robótica ha decidido instalarse con todo su repertorio de luces LED y sonrisas programadas. Cada vez más negocios están comprando robots humanoides. ¿Para qué? Para trabajar sin quejarse, atraer clientes sin dramas y dar conversación sin opiniones. El sueño de más de un jefe.

¿Qué robot para qué negocio? La extraña lógica de las máquinas con rostro

Murcia, que tan bien sabe alternar entre el tapeo tradicional y la innovación tecnológica, vive hoy una transformación digital que ya no se mide en aplicaciones móviles, sino en autómatas que caminan entre nosotros. Literalmente.

Clínicas privadas en Juan Carlos I, Vistalegre o Ronda Norte
Ahí, robots como Mirokai no solo informan sobre tratamientos. También escuchan quejas con infinita paciencia y jamás olvidan una cita. Humanizan sin ser humanos: la paradoja está servida.

Tiendas en el centro, La Flota o Espinardo
Modelos como Cruzr o Sanbot saludan, informan, entretienen... y lo hacen sin bostezar. El vendedor perfecto, salvo porque no puede fingir entusiasmo por el Black Friday.

Bares y cafeterías en Alfonso X o Gran Vía
Macco Kime sirve bebidas y genera vídeos virales. Lo que antes requería un camarero simpático y un TikTok ahora lo hace un androide con brazos de acero inoxidable.

Academias en Espinardo o Alcantarilla
El Unitree G1, con su andar torpe pero decidido, ayuda a enseñar robótica. Nada como un robot enseñando a programar otros robots. La profecía se cumple sin necesidad de Skynet.

En resumen: no se trata solo de tener “el robot más guapo”, sino de que trabaje donde de verdad haga falta. Lo visual impresiona. Pero lo funcional fideliza.

¿Dónde comprarlos sin arrepentimientos posventa?

Comprar un robot por internet es como casarte por videollamada: suena cómodo, hasta que hay un problema y no sabes a quién reclamarle. Por eso, en Murcia muchos negocios prefieren proveedores que no desaparecen cuando apagan el router.

PHR Robotics, por ejemplo, ofrece:

  • Entrega y montaje a domicilio (sin piezas sobrantes)

  • Formación para humanos que no programan ni el microondas

  • Mantenimiento en menos de 48 horas

  • Revisión trimestral, como un coche… pero con menos aceite

  • Asesoría previa y demostración sin compromiso (ni vergüenza)

¿Cuánto cuesta poner un robot en tu vida laboral?

El amor robótico no es barato, pero tampoco es ciencia ficción:

  • Cruzr o Sanbot (atención al cliente): 15.000–22.000 €

  • Macco Kime (hostelería): desde 16.000 €

  • Mirokai (clínicas): 18.000–26.000 €

  • Unitree G1 (bípedo): desde 19.000 €

¿Caro? Tal vez. ¿Rentable? En muchos casos, sí. Algunos negocios recuperan la inversión en menos de un año. Porque un robot no pide vacaciones, no llega tarde, y jamás te contesta con un “ahora no puedo”.

Casos reales: entre la ciencia y la rentabilidad

  • Clínica dental en Santa María de Gracia: robot recepcionista. Resultado: +30% en satisfacción, –20% en llamadas inútiles. (Y nadie le dejó reseñas pasivo-agresivas).

  • Tienda de electrónica en Gran Vía: robot vendedor con descuentos dinámicos. Resultado: +25% en conversiones. O lo que es lo mismo: vendió más que el cuñado que siempre “lo explica todo bien”.

  • Academia tech en La Flota: robot bípedo como asistente. Resultado: más alumnos, más interés, menos profesores agotados.

Curiosamente, todos coinciden en lo mismo: el robot se paga solo… y más rápido de lo que tardas en instalar una fotocopiadora nueva.

¿Y el mantenimiento? ¿Me va a dejar tirado como mi lavadora inteligente?

No. O al menos, no si eliges bien el proveedor.

Con empresas como PHR Robotics, el mantenimiento no solo existe, sino que está incluido:

  • Revisiones cada 3 meses

  • Soporte remoto

  • Sustitución de piezas críticas

  • Formación continua para el equipo humano (ese que sí olvida contraseñas)

Preguntas robóticas frecuentes entre murcianos

  • ¿Habla más de un idioma? Sí. Español, inglés, francés… como mínimo. Más políglota que muchos adolescentes.

  • ¿Tarda mucho en llegar? Entre 7 y 20 días. Más rápido que algunas mudanzas.

  • ¿Puedo verlo antes? Sí. Demo online o presencial. Sin presiones, sin trampas.

  • ¿Hay que saber de informática? No. Lo aprendes en un rato. Como usar WhatsApp… pero sin los grupos familiares.

  • ¿Puedo financiarlo? Claro. Renting, leasing o pago fraccionado. Hay opciones para cada bolsillo.

¿Y ahora qué?

Murcia, tierra de contrastes —donde conviven la huerta ancestral y la inteligencia artificial— no se está quedando atrás. La robótica ya no es un lujo, sino una herramienta. Silenciosa, eficiente, atractiva… como una sombra que trabaja por ti.

¿Lo vas a mirar desde la barrera o vas a invitar a tu primer empleado de titanio?

👉 Solicita presupuesto personalizado en PHR Robotics
👉 Lee la guía completa para comprar robots humanoides en España

Précédent
Précédent

Bilbao y sus nuevos recepcionistas de titanio

Suivant
Suivant

Zaragoza y los robots humanoides: del laboratorio al bar de tapas