Comprar un robot humanoide en España: manual de supervivencia para empresas del presente
Durante años, hablar de robots humanoides en los pasillos de las empresas españolas era casi tan creíble como discutir la invasión alienígena de Cuenca. Una mezcla de ciencia ficción barata y promesas tecnológicas infladas. Pero, como suele pasar con todo lo que parece imposible, de repente sucedió.
Y no en Silicon Valley, sino en clínicas de Málaga, hoteles de Valencia o ferias en Zaragoza. Hoy, los robots humanoides no solo han llegado: han fichado, trabajan jornada completa y hasta sonríen. Bueno, lo intentan.
La razón de su éxito no es una obsesión con lo futurista, ni una moda techie importada por algún CEO iluminado tras un viaje a Japón. Es más simple: funcionan. Automatizan tareas, mejoran la experiencia del cliente, llaman la atención… y sí, venden.
Un empresario de Zaragoza lo dijo con la franqueza que da haber pagado muchas nóminas:
“El robot no me ha quitado empleados. Me ha quitado tareas que nadie quería hacer.”
Dicho esto, si estás pensando en comprar un robot humanoide en España, olvídate de los discursos grandilocuentes. Aquí va una guía escrita desde el campo de batalla. Sin humo. Sin tecnopalabrería. Con los pies en la tierra… y los sensores bien calibrados.
¿Qué tipo de robots humanoides se pueden comprar hoy en España?
España, esa tierra que durante siglos importó oro de América y ahora importa innovación de Asia, ya tiene su propio catálogo robótico. No hace falta esperar tres meses desde Shenzhen ni lidiar con manuales en mandarín.
Esto es lo que puedes encontrar hoy, aquí y ahora:
Robots bípedos: Caminan como humanos (aunque un poco como después de una noche larga). Ideales para vigilancia, educación avanzada o simplemente atraer todas las miradas. Ejemplo: G1 de Unitree.
Robots con ruedas y torso expresivo: No caminan, pero gesticulan, hablan y tienen pantallas. Son como recepcionistas que nunca se quejan. Cruzr o Sanbot son nombres a recordar.
Robots asistenciales: Diseñados para cuidar, escuchar y generar conexión emocional. A veces logran más empatía que ciertos humanos en atención al cliente. Ejemplo: Pepper o Mirokai.
Robots comerciales especializados: Como Macco Kime, que prepara bebidas con una precisión suiza y un carisma inesperado.
¿Lo importante? No elijas por estética. Elegir un robot por su aspecto es como contratar a alguien solo por la foto del currículum.
¿Cuánto cuesta un robot humanoide en España?
Pregunta clave. Respuesta inevitable: depende.
Comprar un robot es como comprar un coche: los hay para paseo, para trabajo o para lucirse en la feria.
Modelos básicos: desde 9.000 €.
Modelos avanzados con IA: más de 90.000 €.
Rango realista para la mayoría de empresas: entre 12.000 € y 35.000 €, que incluyen:
Hardware
Software
Instalación
Formación del equipo
Mantenimiento y soporte
Un Cruzr personalizado suele rondar los 18.000–22.000 €. Sí, como un coche compacto... pero que no necesita garaje ni duerme en la oficina.
💡 Consejo práctico: no pienses solo en el precio de compra. Piensa en lo que ahorras en tiempo, en lo que ganas en visibilidad y en lo que multiplicas en conversión. Porque un robot no descansa. Y no se pone enfermo el lunes.
¿Dónde comprar un robot humanoide con soporte en España?
Spoiler: no en Amazon.
Sí, puedes encontrar algunos modelos en plataformas generalistas. Pero cuando el robot se niegue a hablar o se quede mirando al infinito en mitad de una feria... ¿quién lo resucita?
Por eso, las empresas que entienden de esto optan por:
Distribuidores oficiales con soporte local
Empresas especializadas en robótica comercial, como PHR Robotics
Proyectos llave en mano, con todo incluido (incluso el café, si lo pides con amabilidad)
PHR Robotics, por ejemplo, ofrece:
Asesoramiento técnico sin compromiso
Formación personalizada
Demos online o presenciales
Soporte en 24-48h
Y lo más revolucionario de todo: hablan español.
¿Qué sectores están usando robots humanoides en España?
No hace falta ser una multinacional ni tener un presupuesto de película de Marvel. Estas son las trincheras donde los robots están demostrando su valor real:
Clínicas privadas: Recepción automatizada, gestión de turnos, respuestas a preguntas repetidas mil veces.
Hoteles: Check-in, guía de servicios, entretenimiento infantil. Adiós a las colas.
Ferias y eventos: Son un imán. Se llevan todas las miradas… y los leads.
Cafeterías y bares: Sirven bebidas y generan vídeos virales sin pedir propina.
Centros educativos: Didáctica interactiva. Especialmente útil con niños o en FP.
La paradoja: cuanto más pequeña es la empresa, más impacto tiene el robot. Porque cada minuto, cada cliente y cada mirada cuentan.
¿Qué mantenimiento necesita un robot humanoide?
Tranquilo. No es como tener un Ferrari. Ni un suegro exigente.
Un robot humanoide moderno necesita:
Revisiones cada tres meses
Limpieza básica y revisión de sensores
Asistencia técnica remota
Y si trabajas con empresas como PHR Robotics, todo está cubierto. Hasta los imprevistos.
Preguntas reales. Respuestas concretas.
¿Puedo personalizarlo con mi marca?
Sí. Desde la carcasa hasta los gestos. Incluso puede decir tu eslogan con voz de película.
¿Habla varios idiomas?
Sí. Español, inglés, catalán… o klingon, si insistes.
¿Cuánto tarda la entrega?
Entre 10 y 30 días. Más rápido que muchos proveedores humanos.
¿Sirve para exteriores?
Algunos modelos sí. Otros se resienten con la lluvia como un gato fino.
¿Puedo financiarlo?
Claro. Renting, leasing o compra a plazos. Como tú quieras.
¿Puedo ver una demo antes de decidir?
Sí. Y deberías.
¿Dónde comprar según tu ciudad?
PHR Robotics ofrece asesoramiento local y cobertura nacional. Puedes adquirir tu robot en:
Madrid, Valencia, Sevilla, Alicante, Barcelona, Málaga, Zaragoza, Bilbao, Murcia, Valladolid…
(En resumen: donde haya WiFi, hay robots).
¿Y ahora qué?
Si has llegado hasta aquí, no es por curiosidad. Es porque estás pensando seriamente en cambiar las reglas del juego.
La pregunta ya no es si vas a tener un robot humanoide en tu negocio.
La pregunta es: ¿cuándo vas a empezar a ganar tiempo, clientes y visibilidad con uno?
No esperes a que lo haga tu competencia.
Pide presupuesto hoy. Mañana tu robot puede estar diciendo:
“Bienvenido a [Tu Empresa]. ¿En qué puedo ayudarte?”
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